Nariño está en el suroeste de Colombia, con una economía basada en la agricultura, la ganadería, la minería y el comercio, principalmente. La producción de café, cacao, lácteos y flores es importante en la región. Como parte de la Región Pacífica, su tasa de pobreza multidimensional fue de 20,7% en 2022, mayor al promedio nacional de 12,9% (DANE, 2023). A la configuración multicultural de Nariño se le une un bajo desarrollo social, criminalidad elevada y presencia de grupos armados vinculados al cultivo de productos ilegales u otras actividades ilícitas. Nariño es la cuarta región con mayor número de personas desplazadas y en el primer semestre de 2023 se ha incrementado rápidamente la cantidad de delitos de sangre, particularmente en jóvenes.

En Colombia, en particular en las áreas periféricas y rurales, los jóvenes enfrentan dificultades para encontrar trabajo después de completar su educación, por falta de experiencia laboral o competencia. Muchos trabajan en empleos informales, sin acceso a beneficios laborales. La pandemia agravó estos problemas. Las dificultades son aún mayores para los jóvenes de estratos más bajos, quienes atraviesan una situación de extrema precariedad. El desempleo afecta a 19.4% de los jóvenes de estratos más bajos frente al 11.7% de los jóvenes de estratos altos y al 10.2% del total de la población. Estas desigualdades aumentan respecto de las mujeres jóvenes. El subempleo muestra diferencias similares (Cooperación Canadiense, 2018).

Nariño es un departamento multiétnico y pluricultural, con una población de 1.631.117 personas (2022), 43% en su cabecera (Pasto) y 64 municipios distribuidos en 13 subregiones. La intervención transcurre en 4 municipios, 3 de la subregión Cordillera (Taminango, San Lorenzo, Buesaco) y 1 en el Pacífico Sur (Tumaco). Ambas subregiones presentan características diferentes. La subregión pacífica es una llanura costera, basada en la pesca, el cacao y el turismo. Su población, mayoritariamente afrodescendiente e indígena, es la más afectada por los hechos de violencia y desplazamiento forzado de los diferentes grupos armados no estatales (GANE) en pugna territorial. Su frontera marítima y su puerto favorecen las actividades ilegales transfronterizas. En contraste, la población de la Cordillera es mayoritariamente blanca y mestiza, orientada a la producción de café y otros productos agropecuarios, con menor incidencia de la violencia y menores disputas territoriales por los GANE. Nariño cuenta con instituciones educativas y universidades, pero el acceso es un desafío en las áreas rurales, lo que limita las oportunidades de empleo. El 40% de las mujeres no participaban en el mercado de trabajo, con brechas de ocupación entre hombres y mujeres que se ampliaron en los últimos 10 años hasta alcanzar un 13,9% (2021).

La generación de empleo decente para jóvenes es una de las prioridades del nuevo Consenso Europeo para el Desarrollo de la UE, en el que se enmarca la presente intervención, Instrumento de Cooperación al Desarrollo 2014-2020, Programa Indicativo Plurianual (MIP) 2018-20. Con un presupuesto total de €1.777.084, de los cuales €1.599.365 son aportación de la UE y €177.719 del Instituto Camoens por mediación de OIKOS, “Junt@s - Fortalecimiento de iniciativas económicas lideradas por jóvenes organizad@s que contribuyen para el desarrollo económico y social de sus comunidades” se enmarca en el programa temático de “OSC-AL” del Instrumento de Cooperación al Desarrollo (DCI) de la UE, bajo la convocatoria “Support CSOs development work in the field.” Los socios implementadores son la organización “Oikos – Cooperação e Desenvolvimento” (socio principal) y, originalmente, también la organización local ADEL Nariño que se desvinculó recientemente. Con una duración prevista de 48 meses, la implementación se inició el 1 de junio de 2020 y se extenderá hasta el 31 de mayo de 2024.